La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha explicado su decisión de no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión, una medida que ha causado controversia en España. Según Sheinbaum, el monarca español no ha pedido perdón por la conquista de México, tal como lo solicitó en 2019 el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Sheinbaum argumentó que su gobierno busca una “nueva perspectiva histórica” que reconozca plenamente los derechos e identidades de los pueblos indígenas, recientemente elevados a rango constitucional. Para ella, esta visión será el eje de una relación más respetuosa y fructífera entre México y España, dos países que comparten profundos lazos culturales, sociales y económicos.
A pesar de este enfoque, la exclusión de Felipe VI, quien ha asistido a numerosas ceremonias de toma de posesión en América Latina, generó una fuerte reacción en España. El gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez, calificó de “inaceptable” la exclusión del monarca y decidió no enviar representación oficial a ningún nivel para el acto.
Sheinbaum mencionó que mantuvo una conversación reciente con Sánchez, pero las diferencias quedaron claras, como reflejó el comunicado emitido por el gobierno español. Este desacuerdo sigue el rastro de tensiones iniciadas en 2019, cuando López Obrador envió una carta al rey solicitando una disculpa por los abusos cometidos durante la conquista. Mientras el papa Francisco accedió a disculparse, Felipe VI nunca respondió a dicha petición, lo que generó malestar en el gobierno mexicano.
La postura de López Obrador sobre la relación con España ha sido objeto de críticas tanto en México como en el extranjero. En 2022, el presidente mexicano anunció una “pausa” en las relaciones diplomáticas con España, argumentando que algunas empresas españolas trataban a México como su territorio de conquista.
La ausencia del rey Felipe VI en la toma de posesión de Sheinbaum es vista como un hecho simbólico, dado que es la primera mujer en asumir la presidencia de México, un país con importantes lazos bilaterales con España. Según el equipo de la presidenta electa, más de una docena de jefes de Estado han confirmado su asistencia, entre ellos los mandatarios de Brasil, Chile, Colombia y Cuba, así como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, quien encabezará la delegación de su país.