China y Rusia refuerzan lazos militares en plena tensión con Occidente
Este domingo, las fuerzas navales de China y Rusia dieron inicio a unos ejercicios militares conjuntos en aguas del sur chino. Esta demostración de poderío naval llega en un momento de creciente tensión internacional, apenas días después de que la OTAN señalara a China como un “facilitador clave” en el conflicto ucraniano.
Los ejercicios, que se extenderán hasta mediados de julio, incluyen simulacros de defensa antimisiles, ataques marítimos y operaciones de defensa aérea. Según fuentes oficiales chinas, el objetivo es mostrar la capacidad de ambas armadas para hacer frente a amenazas y mantener la estabilidad regional y global.
Este despliegue naval se produce en un contexto de creciente fricción entre China y los aliados de la OTAN. En su reciente cumbre en Washington, la alianza atlántica expresó su preocupación por el papel de Beijing en el conflicto de Ucrania y su creciente influencia en el escenario internacional.
La respuesta de China no se hizo esperar. El gigante asiático acusó a la OTAN de buscar su propia seguridad a costa de otros países y advirtió contra la expansión de la alianza hacia Asia.
Mientras tanto, en el Mar de Bering, un guardacostas estadounidense reportó el avistamiento de varios buques militares chinos en aguas internacionales dentro de la zona económica exclusiva de EE.UU., aunque se subrayó que la operación se ajustaba a las normas internacionales.
Estos acontecimientos subrayan la creciente tensión geopolítica y el reposicionamiento estratégico de las potencias mundiales en un escenario internacional cada vez más complejo.