En un movimiento para abordar los crecientes desafíos demográficos y económicos, China ha anunciado planes para aumentar gradualmente su edad legal de jubilación. Esta medida, revelada en un documento político clave, busca aliviar la presión sobre los sistemas de pensiones y adaptarse a una población que envejece rápidamente.
Actualmente, China mantiene una de las edades de jubilación más bajas del mundo: 60 años para hombres, 55 para mujeres en trabajos de oficina y 50 para mujeres en fábricas. Sin embargo, con una esperanza de vida que ha alcanzado los 78 años en 2021 y se proyecta que supere los 80 para 2050, la reforma se ha vuelto imperativa.
El plan, que se espera se implemente hasta 2029, se basará en el principio de “participación voluntaria con flexibilidad adecuada”. Esta reforma marca un cambio significativo, ya que será la primera vez que los trabajadores tengan la opción de prolongar su vida laboral.
La decisión responde a preocupaciones demográficas más amplias. China enfrentó un segundo año consecutivo de declive poblacional en 2023, y se prevé que esta tendencia continúe por décadas. Las autoridades sanitarias proyectan que la población mayor de 60 años aumentará de 280 millones a más de 400 millones para 2035.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para enfrentar la baja tasa de natalidad y el envejecimiento poblacional, desafíos cruciales para el futuro económico y social de China.
