La Guardia Costera de Estados Unidos suspendió la noche del lunes las labores de rescate tras el trágico naufragio de una pequeña embarcación frente a la costa de San Diego, en el que al menos siete personas continúan desaparecidas y tres hombres perdieron la vida.
De acuerdo con testigos sobrevivientes, un total de 16 personas viajaban a bordo de la panga —una lancha pequeña y veloz comúnmente usada en cruces ilegales— cuando ocurrió el siniestro. Cuatro personas fueron rescatadas con vida: tres mujeres y un menor de edad, quienes fueron atendidos médicamente tras su traslado a un hospital cercano.
Inicialmente se reportaron nueve desaparecidos, pero las autoridades confirmaron que dos de ellos fueron detenidos bajo sospecha de participar en una red de tráfico de personas. Las labores de rescate cubrieron una vasta área marítima de aproximadamente 960 kilómetros cuadrados, con apoyo de helicópteros, una nave guardacostas, embarcaciones y un avión C-27 Spartan.
El vocero de la Guardia Costera, Chris Sappey, señaló que se sospecha que la embarcación estaba siendo utilizada para el tráfico de migrantes. Aunque no se hallaron rastros de drogas, se confirmó que había al menos dos menores a bordo al momento del naufragio.
El aviso de emergencia se recibió a las 6:30 a.m. del lunes, hora local, reportando que una embarcación había volcado cerca de la costa en la zona de Del Mar, no muy lejos de la frontera entre México y Estados Unidos. La panga fue arrastrada hasta la orilla.
Este lamentable incidente se suma a una creciente ola de intentos de cruce marítimo. Solo en lo que va del año fiscal 2025, se han registrado 260 intentos de tráfico de personas por mar, 28 de ellos ocurridos en el mes de marzo.