Nueva York ha lanzado una campaña multilingüe para informar a los inmigrantes, sin importar su estatus legal, sobre su derecho a una vivienda segura y libre de abusos. Esta iniciativa busca generar confianza entre las comunidades migrantes y garantizar que conozcan sus derechos frente a propietarios abusivos.
La estrategia incluye afiches y folletos en varios idiomas que dejan claro que es ilegal discriminar por nacionalidad o situación migratoria al alquilar, vender, o mantener propiedades. Tampoco está permitido aplicar condiciones especiales, intimidar o utilizar términos despectivos como “extranjero ilegal”.
Uno de los objetivos clave de esta campaña es que los migrantes se sientan seguros al denunciar abusos. Las quejas pueden hacerse de forma anónima ante la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York, sin riesgo de represalias por parte de los arrendadores.
Manuel Castro, director de la Oficina para Asuntos de Inmigración (MOIA), organizó un encuentro con medios para promover la campaña y reiteró que los migrantes tienen derecho a buscar ayuda médica, enviar a sus hijos a la escuela y contactar a la policía sin miedo.
Durante la mesa redonda, funcionarios como el vicealcalde Adolfo Carrión destacaron que Nueva York es una ciudad construida por migrantes, y que es esencial proteger a quienes hacen parte fundamental de su economía y tejido social, especialmente ante climas políticos que generan temor.