La reciente victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha sembrado preocupación entre los más de 2,500 migrantes que avanzan hacia la frontera norte desde el sur de México. La noticia ha generado incertidumbre, especialmente entre aquellos que esperan solicitar asilo al llegar a Estados Unidos.
Desde la madrugada del miércoles, los migrantes continúan su marcha desde Tapachula, una ciudad cercana a la frontera con Guatemala. La caravana incluye a familias enteras, como la de la venezolana Angélica Flores, quien viaja junto a su esposo y dos hijas. Aunque reconoce que los resultados electorales podrían dificultar su camino, se mantiene firme en su decisión de avanzar. “Es un poco triste porque tenemos muchos sueños”, compartió Flores.
A lo largo del trayecto, los migrantes han recibido algo de ayuda de autoridades locales, quienes han proporcionado agua y comida en puntos de descanso. Incluso algunas patrullas han trasladado a familias agotadas. Sin embargo, el temor entre ellos sigue creciendo, especialmente ante las declaraciones de Trump sobre posibles cambios en la política migratoria.
La mayoría de estos migrantes se unieron a la caravana después de enfrentar dificultades con el sistema de citas de asilo CBPOne, que Trump ha prometido anular. Para algunos, como el venezolano Joel González, la única opción es avanzar con la esperanza de cruzar antes de que cualquier cambio en las leyes migratorias entre en vigor.
La caravana sigue su recorrido hacia Huixtla, a unos 30 kilómetros de su última parada, movidos por el deseo de una mejor vida y la esperanza de superar los desafíos que su situación actual les impone.