La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su intención de negociar un acuerdo con el próximo gobierno de Donald Trump para que las deportaciones de migrantes desde Estados Unidos se realicen directamente a sus países de origen. Este enfoque busca manejar de manera eficiente los flujos migratorios en la región.
Sheinbaum destacó que el plan se basa en acuerdos previos establecidos con la administración de Joe Biden, que permiten la repatriación directa por vía aérea de migrantes a sus naciones de origen. Según la mandataria, esta medida podría evitar que México asuma la responsabilidad de recibir migrantes de otras nacionalidades.
“Estamos buscando que, en caso de deportaciones masivas, estas se realicen directamente a los países de origen de las personas involucradas”, explicó Sheinbaum en su conferencia de prensa. También enfatizó el impacto positivo de los mexicanos en la economía estadounidense y rechazó las políticas migratorias radicales que Trump ha anunciado.
El republicano ha propuesto reforzar la seguridad fronteriza y endurecer las deportaciones, mientras mantiene una postura proteccionista hacia México. Esto ha llevado a que el Gobierno mexicano prepare estrategias para atender a posibles afectados, incluyendo el fortalecimiento de servicios consulares en Estados Unidos.
El canciller Juan Ramón de la Fuente, durante su gira por consulados en Oklahoma y Texas, busca garantizar condiciones dignas y el respeto a los derechos humanos de los mexicanos que podrían ser repatriados. Además, planea visitar centros de procesamiento de ICE para evaluar los procedimientos en curso.
En este contexto, México reafirma su papel clave en la gestión migratoria regional, con una política que equilibra sus compromisos internacionales y la protección de sus ciudadanos.