El gobierno de México ha expresado su disposición a aceptar migrantes no mexicanos que sean retornados por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pero ha dejado claro que este compromiso estaría sujeto a ciertas condiciones. Entre estas, destaca la posibilidad de aceptar únicamente a determinadas nacionalidades o recibir apoyo económico para gestionar su retorno a sus países de origen.
“México es solidario, pero pedimos cooperación”
La presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó el enfoque humanitario de México, declarando:
“Recibiremos a los mexicanos y mexicanas deportados y solicitaremos a Estados Unidos que facilite el retorno directo de migrantes de otras nacionalidades a sus países de origen. Si eso no es posible, México colaborará bajo ciertos mecanismos.”
Aunque Sheinbaum destacó que México tiene un plan para recibir a quienes lleguen, subrayó que las deportaciones masivas plantean desafíos significativos, especialmente en las zonas del norte del país, donde la inseguridad y la acumulación de migrantes son preocupaciones latentes.
Lecciones del pasado y planes a futuro
Durante la administración Trump (2017-2021), miles de migrantes no mexicanos fueron retornados a México mientras esperaban la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos. Este escenario llevó a una presión significativa en las comunidades fronterizas mexicanas.
Para evitar que esta situación se repita sin coordinación adecuada, México busca promover el diálogo internacional. En enero, se llevará a cabo una reunión de cancilleres de países de origen y tránsito de migrantes. El objetivo será acordar medidas conjuntas para abordar el tema de las deportaciones, manteniendo un enfoque en la seguridad, los derechos humanos y la cooperación económica.
Apoyo legal a connacionales
En respuesta a los anuncios de deportaciones masivas, México ha lanzado un amplio plan de apoyo legal a través de sus consulados en Estados Unidos. La presidenta también ha pedido a los cónsules mexicanos que redoblen esfuerzos para garantizar los derechos y la reunificación familiar de los migrantes.
“No permitiremos la separación de familias. Trabajaremos con el gobierno de Trump para encontrar soluciones viables y humanas,” concluyó Sheinbaum.