El periodista salvadoreño Mario Guevara lleva más de cien días bajo custodia en un centro de detención migratoria en Estados Unidos, lo que mantiene a su familia en una situación de angustia e incertidumbre ante la posibilidad de una deportación inminente.
En una rueda de prensa, su hijo Óscar Guevara, acompañado por los abogados de la familia, describió la difícil situación que atraviesan desde su arresto el pasado 14 de junio. “Cada día que pasa lejos de nosotros es un dolor enorme”, expresó visiblemente afectado.
La abogada Scarlet Kim, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), advirtió que la expulsión del comunicador podría ejecutarse en cualquier momento y que la única vía para detenerla es una orden judicial federal.
El caso se ha vuelto complejo: la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) reabrió un proceso de deportación que estaba suspendido desde 2012, cuando Guevara perdió su caso de asilo. Además, rechazó una solicitud de ajuste de estatus, a pesar de que el periodista es padre de ciudadanos estadounidenses, uno de ellos con necesidades médicas de largo plazo.
El abogado de inmigración Giovanni Díaz calificó la decisión como sorprendente e inconsistente con fallos previos en casos similares, lo que genera preocupación sobre posibles sesgos políticos en los tribunales migratorios.
Guevara, residente en EE.UU. desde 2004, fue detenido mientras cubría una protesta en Georgia. Aunque se encontraba acreditado como prensa para su canal MG News, fue arrestado por cargos menores. Para la ACLU, esta detención representa un ataque a la libertad de prensa y a la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
Actualmente, la organización ha presentado una moción de emergencia para evitar la deportación y exige que se respeten los derechos fundamentales del comunicador.
