Massachusetts podría convertirse en otro estado que otorgue licencias de conducir a inmigrantes indocumentados, luego de que un proyecto de ley avanzara en la Cámara de Representantes estatal y fuera enviada al Senado.
La Ley de Movilidad y Trabajo Familiar obtuvo el apoyo de 120 legisladores contra 36 votos posturas negativas.
El principal reto que enfrenta la reforma es el gobernador republicano Charlie Baker, ya que es posible que la vete, siguiendo las políticas de sus colegas de partido en otras entidades que rechazan ese beneficio para inmigrantes indocumentados.
La reforma, sin embargo, ha tenido un importante respaldo de los jefes de policía en todo el estado.
Los congresistas todavía tienen una oportunidad: lograr que una mayoría que impida el veto de la norma, algo que no parece imposible considerando la cantidad de legisladores que la avalan.
Varias organizaciones religiosas y comunitarias defienden la reforma, como destacó el Pastor Alberto, líder de ECCP, quien consideró que los inmigrantes podrían conducir “sin temor constante por falta de licencia”.
Angela Arce, lideresa de ECCO y miembro de la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Salem, dijo que esto cambiará la vida de los inmigrantes y lamentó que el esposo de una amiga muriera de un ataque al corazón y ella “estuviera demasiado asustada” de manejar sin licencia de conducir.
“Ella lo vio morir mientras esperaban una hora por la ambulancia”, afirmó.
Gregory Pérez, Rector de St. Stephen’s Episcopal en Lynn consideró que una licencia de conducir ayudará a las familias a proveer mejor a sus hijos.
Actualmente, 16 estados y la ciudad de Washington, D.C. otorgan este beneficio a los indocumentados, pero la licencia no será un Real ID.
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