El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió en una conferencia internacional que las redes de tráfico de personas que operan en el Canal de la Mancha representan una amenaza a la seguridad global comparable al terrorismo. En su intervención durante una reunión de Interpol en Glasgow, Starmer instó a tratar a estas organizaciones con la misma rigurosidad y enfoque que las redes terroristas, afirmando que “el mundo debe reconocer la seriedad de este desafío”.
Starmer explicó que su gobierno aplicará métodos antiterroristas para combatir estas bandas, incluyendo una cooperación internacional más estrecha y un aumento de los fondos de seguridad fronteriza del Reino Unido, que ahora alcanzarán los 150 millones de libras (aproximadamente 194 millones de dólares). Este presupuesto se destinará a mejorar la tecnología de vigilancia y a contratar a 100 investigadores especializados.
La conferencia de Interpol, en la que participan representantes de 196 países, también abordó la lucha contra el tráfico de drogas, el abuso infantil y el crimen organizado. Durante la reunión, Starmer destacó la necesidad de un acuerdo de seguridad con la Unión Europea que permita el intercambio de información en tiempo real, una cooperación afectada tras la salida del Reino Unido del bloque europeo en 2020.
A pesar de las crecientes restricciones y la hostilidad hacia los migrantes en Europa, miles de personas intentan llegar al Reino Unido cruzando el Canal de la Mancha en embarcaciones frágiles. Starmer, quien se opone al controvertido plan de deportación de migrantes a Ruanda que su predecesor implementó, insistió en que su gobierno busca soluciones efectivas y humanitarias para enfrentar esta crisis.