del asesinato de inmigrante ecuatoriano en NY recibió mínima sentencia
Jeffrey Conroy recibió una condena de 25 años en vez de cárcel perpetua.
RIVERHEAD, Nueva York – Un jurado de New York halló culpable de asesinato a Jeffrey Conroy, el único acusado por la muerte del ecuatoriano Marcelo Lucero en 2008 en la localidad neoyorquina de Patchogue.
Reguero de sangre
Conroy fue hallado culpable de cometer homicidio sin premeditación como crimen de intolerancia pero absuelto de un cargo más grave, de asesinato. El caso atrajo los reflectores hacia los delitos por prejuicio contra los hispanos en Estados Unidos.
Jeffrey Conroy, de 19 años, fue uno de los siete adolescentes implicados en la muerte de Marcelo Lucero en noviembre de 2008, un hecho que las autoridades indican fue el resultado de una campaña de violencia contra hispanos.
Cuatro otros sospechosos se declararon culpables de delitos de intolerancia. Dos de ellos esperan el inicio de sus juicios.
Conroy fue el único de los jóvenes acusado de asesinato y homicidio no premeditado. Los fiscales argumentaron que fue él quien causó la herida mortal a Lucero durante una pelea cerca de la estación de tren de Patchogue a la medianoche. Conroy podría ser sentenciado a entre ocho y 25 años de cárcel cuando se presente ante el juez el 26 de mayo.
“Sé que los cargos no son lo que queríamos nosotros, pero hay un cargo que es muy importante como es el delito de odio, pero no implica cadena perpetua”, afirmó el hermano del fallecido, Joselo Lucero, en declaraciones a radio Sonorama de Ecuador.
La muerte de Lucero causó indignación y protestas más allá del condado de Suffolk en Long Island. El grupo Justicia Latina-PRLDEF insistió en que el gobierno lanzara una investigación federal sobre crímenes de intolerancia en el área. El Departamento de Justicia anunció a finales del año pasado que investigaría ese tipo de delitos y la respuesta de la policía ante ellos.
Conroy, un deportista destacado en la secundaria Patchogue-Medford, le dijo a la policía que era responsable del apuñalamiento, pero en el banquillo testificó que Christopher Overton, otro de los jóvenes, le dijo que él había acuchillado a Lucero.
Dijo que Overton le había dicho que ya tenía una condena por asalto en un caso en el que el dueño de la casa murió y no podía tener más problemas con la policía.
Overton se ha declarado inocente de la muerte de Lucero y espera ser sentenciado por ataque, caso en el que se declaró culpable. Su abogado ha dicho que las declaraciones de Conroy son simplemente una forma de encontrar un chivo expiatorio.
Antes del veredicto, el embajador de Ecuador en Washington, Luis Gallegos, dijo en un comunicado que esperaba que se le diera un castigo adecuado a los responsables a fin de sentar un ejemplo.
El juicio fue seguido por muchos en Ecuador debido a que este es un claro crimen de racismo y de odio y porque las autoridades de Patchogue han permitido el abuso y la discriminación contra los hispanos por mucho tiempo.
“Los hispanos están tan inseguros cuando se van para otro lado. Espero que todos los involucrados en ese grupo que maltrata a los hispanos sean castigados”, dijo Nimia Villacreces, una auditora de 33 años.