Washington – En medio de una creciente acumulación de procesos migratorios, que ya superan los 3.9 millones de casos pendientes, el Gobierno de Estados Unidos anunció que incorporará abogados militares como jueces temporales de inmigración.
La medida, confirmada por el Pentágono, busca agilizar los juicios y reforzar los tribunales, tras la salida de alrededor de un centenar de jueces que dejaron sus cargos en meses recientes.
El Departamento de Justicia solicitó formalmente el apoyo al Departamento de Defensa, que trabaja en la selección de profesionales militares y civiles con la experiencia necesaria para ocupar estos puestos. Según el plan inicial, se prevé trasladar hasta 150 abogados militares a distintos tribunales de inmigración del país. Si se concreta la totalidad de incorporaciones, el número de jueces podría duplicarse, ya que actualmente hay cerca de 600 en funciones.
La iniciativa se enmarca en una orden ejecutiva que flexibiliza el proceso de nombramiento de jueces temporales, ampliando el abanico de candidatos y haciendo posible la participación de abogados militares.
Este movimiento refleja una estrategia más amplia del Gobierno de recurrir a las Fuerzas Armadas en tareas civiles, siguiendo precedentes como el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles y Washington durante el año.