Un reciente informe revela que las instalaciones fronterizas de Estados Unidos para niños migrantes han mostrado avances en áreas como higiene, alimentación y atención médica. Sin embargo, persisten desafíos significativos, especialmente en la separación temporal de los menores de sus familias.
El informe, emitido bajo un acuerdo de monitoreo iniciado en 2022, analiza las condiciones de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en Texas antes de que Donald Trump retome la presidencia en enero de 2025. Aunque se destaca una mejora en las condiciones generales, aún se identifican prácticas preocupantes, como la separación de niños de sus familiares mientras permanecen en custodia temporal.
En particular, el documento menciona que en una instalación en Donna, Texas, los niños fueron separados rutinariamente de sus padres en septiembre de este año. Sin embargo, para noviembre, las visitas regulares entre familiares fueron calificadas como “alentadoras” gracias a la disminución del hacinamiento.
Desde 2019, cuando se presentaron denuncias de condiciones insalubres y hacinamiento en centros de detención, las mejoras han sido parciales. Aunque el sistema de monitoreo temporal implementado en 2022 ha reforzado la atención médica y el contacto entre familias, la reticencia de los agentes para trasladar a niños enfermos a hospitales sigue siendo una preocupación.
En un caso alarmante de 2023, una niña de 8 años con problemas cardíacos murió mientras estaba bajo custodia en el Valle del Río Grande. Este incidente subraya la necesidad de mejoras sostenidas en la atención médica y en los estándares de supervisión.
El acuerdo de monitoreo está programado para finalizar el 29 de enero de 2025. Organizaciones defensoras de derechos humanos, como Children’s Rights, han expresado su preocupación sobre lo que ocurrirá con los niños una vez que termine esta supervisión independiente.
“El papel de los monitores independientes es crucial para garantizar la seguridad de los niños. Sin esta supervisión, es evidente que CBP no está listo para cumplir con sus obligaciones de forma autónoma”, afirmó Leecia Welch, representante legal de niños bajo custodia.
La supervisión judicial, instaurada originalmente bajo el acuerdo Flores en 1997, se ha reducido parcialmente en los últimos años. Sin embargo, los defensores instan a mantener salvaguardias estrictas para proteger a los niños migrantes durante su tiempo en custodia federal.