Recientemente el gobierno de EE.UU entregó un reporte anual sobre la evaluación de amenazas, en el cual advierte que el crimen organizado en México está utilizando la red financiera trasnacional y los canales de envío y recepción de remesas legítimos para blanquear miles de millones de dólares.
Según el informe, las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas, incluyendo los cárteles del narcotráfico y crimen organizado, regularmente utilizan compañías ficticias para ocultar su identidad y pueden depender de lavadores de dinero profesionales como contadores, abogados, notarios y corredores de bienes raíces, para acceder a los sistemas financieros legítimos.
Sin embargo, también utilizan el contrabando de efectivo en grandes cantidades, la explotación de canales de remesas legítimos, la compra de bienes raíces en Estados Unidos, los depósitos estructurados, el lavado de dinero basado en el comercio y las transferencias electrónicas para mover y blanquear ganancias ilícitas.
Tan solo el año pasado, México recibió un récord de 58,497 millones de dólares en remesas, lo que implicó un aumento del 13,4 % respecto a 2021 y el noveno incremento anual consecutivo, según datos del Banco de México (Banxico).
Pero un dato alarmante es que alrededor de 4,400 millones de dólares, es decir el 7.6% de las remesas enviadas a México en 2022, podrían proceder del crimen organizado, en una operación que serviría para lavar el dinero obtenido del narcotráfico, según revela un informe de la asociación mexicana Signos Vitales.
La alarma saltó cuando detectaron que las remesas enviadas desde estados como Minnesota (frontera con Canadá), que acoge el 0.5 % de la población mexicana en Estados Unidos, significaron el 8.3 % del total, solo por debajo de California y Texas, estados que, al estar en la frontera con México, tradicionalmente han acogido a más migrantes mexicanos.
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