El gobierno de Estados Unidos ha iniciado la revocación de permisos migratorios otorgados a casi un millón de personas que ingresaron al país a través de la aplicación CBP One, implementada durante la administración de Joe Biden. Esta medida forma parte de una nueva estrategia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para regular el flujo migratorio en la frontera sur.
A través de notificaciones formales, se les está solicitando a los inmigrantes afectados que abandonen voluntariamente el país utilizando la nueva herramienta digital CBP Home. Aquellos que no lo hagan se exponen a ser localizados, deportados y enfrentar una prohibición permanente de reingreso a territorio estadounidense.
Esta medida no aplica a grupos especiales como ciudadanos ucranianos y afganos, quienes cuentan con protecciones particulares debido a sus condiciones humanitarias.
La aplicación CBP One, lanzada en enero de 2023, fue diseñada para facilitar el proceso de asilo. Sin embargo, fue desactivada al inicio del mandato del expresidente Donald Trump, dejando a miles de solicitantes sin opción legal de entrada. Las críticas a la aplicación y al manejo de la frontera no tardaron en intensificarse.
Funcionarios del DHS argumentan que la admisión masiva de inmigrantes bajo la administración Biden representó un uso excesivo de facultades ejecutivas, lo que, según ellos, derivó en una de las peores crisis fronterizas registradas.
Como reemplazo, CBP Home ofrece a los inmigrantes la posibilidad de autodeportarse con la promesa de poder regresar legalmente en el futuro, si cumplen con las normas. Esta alternativa busca evitar procesos de deportación forzada y reducir la presión sobre el sistema migratorio.
Incluso el expresidente Trump ha hecho un llamado público para fomentar la salida voluntaria mediante CBP Home, asegurando que este es un camino menos perjudicial para quienes se encuentran en situación migratoria irregular.