Miami, EE.UU. –
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció su intención de abrir un nuevo centro de detención para migrantes, bautizado como Panhandle Pokey, después de que un tribunal ordenara el cierre de la instalación conocida como Alligator Alcatraz, que deberá quedar desmantelada antes de octubre.
DeSantis argumentó que la medida responde a la existencia de unas 70,000 personas con órdenes de deportación en Florida, lo que, según él, exige reforzar la capacidad de retención en el estado. El nombre del centro combina “Panhandle” —la región noroeste de Florida— con el término coloquial pokey, que hace referencia a una cárcel.
La propuesta se suma al Deportation Depot, anunciado en agosto y con capacidad para albergar entre 1,000 y 1,500 migrantes en una antigua prisión. El gobernador aseguró que, con el Panhandle Pokey, su administración busca mantener el control migratorio y reforzar la seguridad del estado.
La decisión se conoció semanas después de que la jueza federal Kathleen Williams ordenara el cierre de Alligator Alcatraz en un plazo de 60 días, tras una demanda presentada por organizaciones ambientalistas debido a su ubicación en los humedales de los Everglades.
Aunque DeSantis ha presentado una apelación, las autoridades estatales confirmaron que el centro pronto dejará de albergar detenidos. El mandatario lamentó la resolución judicial, pero afirmó que el proceso de deportaciones no se detendrá.
De acuerdo con cifras oficiales, la cantidad de migrantes bajo custodia en EE.UU. se ha duplicado durante la administración de Donald Trump, alcanzando más de 61,000 detenidos en agosto. Para DeSantis, esta tendencia refuerza la necesidad de construir más instalaciones en Florida.