Canadá reducirá significativamente el número de nuevos residentes permanentes que admitirá en los próximos años, según anunció el primer ministro Justin Trudeau. El mandatario reconoció el jueves que su política de inmigración no logró un equilibrio adecuado tras la pandemia, motivo por el cual la meta inicial de 500,000 nuevos residentes anuales se ajustará a 395,000 en 2024, para continuar disminuyendo a 380,000 en 2026 y 365,000 en 2027.
Este cambio se produce en respuesta a las críticas sobre el impacto de la inmigración en el mercado de la vivienda y otros sectores sociales. Trudeau comentó que la rápida expansión de la población tras la pandemia ha dificultado el acceso a servicios esenciales y ha incrementado los precios de la vivienda, afectando a los canadienses. “Durante los años de recuperación, no logramos equilibrar las necesidades laborales con el crecimiento demográfico”, explicó el primer ministro, quien ha recibido presión incluso dentro de su partido para abordar el tema.
Desde 2019, Canadá ha experimentado un rápido crecimiento demográfico, pasando de 37.5 millones a 41 millones de habitantes en abril de este año. El ministro de Inmigración, Marc Miller, destacó que reducir las metas migratorias permitirá mejorar el acceso a la vivienda y disminuir las tensiones en el sistema de servicios públicos. También reconoció que la opinión pública se ha mostrado menos favorable hacia la inmigración masiva y afirmó que el gobierno continuará adaptando sus políticas para proteger la estabilidad de Canadá.