Los síntomas de la presencia de garrapatas pueden incluir apatía, fiebre, anorexia, problemas respiratorios, inflamación de las patas y dolores articulares y musculares.
¿Cómo se ven las pulgas o garrapatas?
Para diferenciar entre pulgas y garrapatas, es necesario observar ciertos detalles. Las pulgas son insectos de color marrón oscuro, de cuerpo aplanado y mide entre 1,5 y 3 mm de longitud. Poseen tres pares de patas y se desplazan mediante saltos.
En cambio, las garrapatas son arácnidos que van de 3 a 5 mm de longitud. Su cuerpo es ovalado y poseen cuatro pares de patas. Son capaces de trepar por el cuerpo del perro hasta anclarse en la piel.
Además, otro factor a considerar es el tipo de animales que cada uno suele infestar. Las pulgas no solo afectan a perros y gatos, sino también a otros mamíferos como coyotes, mapaches, zarigüeyas y zorros. Las garrapatas, sin embargo, son más comunes en aves, roedores, ardillas, conejos, liebres, mapaches, ganado, alces y humanos.
¿Cómo prevenir que tu perro tenga pulgas o garrapatas?
La prevención de pulgas y garrapatas en tu perro comienza con una buena higiene. Cepilla regularmente el pelaje de tu mascota para evitar que se convierta en un hábitat propicio para estos parásitos. Además, existen productos preventivos como tratamientos tópicos, collares antipulgas y garrapatas, tabletas masticables, sprays repelentes y shampoos específicos.
Es recomendable evitar llevar a tu perro a áreas infestadas con estos parásitos. En casa, mantén una limpieza frecuente y completa, incluyendo la aspiración de los espacios y el lavado de la ropa de cama del perro.