Los garbanzos son una semilla, la cual puede germinar, si se le da los cuidados adecuados, en poco tiempo, por lo que basta una maceta con tierra fértil para lograr que crezca libremente. Lo primero que necesitaremos es una bolsa de té que hayamos consumido, sin importar el sabor del que hayamos degustado. Deberás quitarle el hilo que tiene con sumo cuidado de no romperla por la parte superior.
A continuación, con ayuda de unas tijeras haremos un pequeño corte en uno de los lados de la bolsa de té, en el cual colocaremos nuestra semilla de garbanzo y procuraremos que quede lo más posible cubierto por las pequeñas hojas del té.
Una vez con la semilla en su interior, procederemos a guardar con mucho cuidado la bolsa de té en una bolsa de plástico resellables, con el objetivo de mantener la humedad de la bolsa de te lo más posible, durante los próximos cinco días, puedes guardar hasta tres bolsas, con sus respectivas semillas, en su interior.
Después de este periodo, podremos abrir las bolsas de té para descubrir que nuestra semilla ha germinado, por lo que ahora podemos colocarla en una maceta con tierra fértil para que continúe su proceso de cultivo.
¿Qué beneficios tiene comer garbanzos?
Los garbanzos tienen un alto contenido de fibra, por lo que son ideales para personas que sufren de estreñimiento, además ayuda mantener el correcto funcionamiento del aparato digestivo, además, por esta característica, es de gran ayuda para personas con diabetes, pues ayuda a mantener los correctos niveles de azúcar en la sangre.
El garbanzo también contiene vitaminas como la K, hierro, fosfato, calcio, magnesio, manganeso, zinc las cuales contribuyen a la construcción y mantenimiento de la estructura y resistencia ósea.
