El Departamento de Educación de Estados Unidos anunció una reducción significativa en su plantilla, con el despido de más de 1.300 empleados. Esta medida ha generado inquietudes sobre el impacto en las operaciones de la agencia.
Un ajuste drástico en el Departamento de Educación
Como parte de un plan de reestructuración, el Departamento de Educación reducirá aproximadamente a la mitad su fuerza laboral. Funcionarios de la entidad confirmaron los despidos, lo que ha despertado interrogantes sobre la continuidad de sus funciones esenciales.
En años recientes, la administración había implementado estrategias como indemnizaciones por despido y finalización de contratos para disminuir gradualmente la plantilla. Con esta nueva ola de recortes, el número de empleados pasará de 4.100 a casi la mitad.
Una reestructuración a nivel federal
Estos despidos forman parte de un esfuerzo gubernamental para reducir la intervención federal, lo que también afectará a otras agencias como la Administración del Seguro Social y el Departamento de Asuntos de Veteranos.
Además, el Departamento de Educación anunció la cancelación de contratos de arrendamiento en ciudades clave como Nueva York, Boston, Chicago y Cleveland.
Garantizan continuidad en servicios esenciales
A pesar de los recortes, la agencia asegura que mantendrá sus funciones principales, como la gestión de ayuda federal para la educación, la administración de préstamos estudiantiles y la supervisión de becas.
“La reducción de personal refleja nuestro compromiso con la eficiencia y la optimización de recursos en beneficio de los estudiantes, padres y docentes”, declaró la Secretaria de Educación, Linda McMahon.
En un comunicado interno, McMahon instó a los empleados a prepararse para los cambios y reafirmó que la reestructuración busca eliminar procesos burocráticos y descentralizar la toma de decisiones.
Por razones de seguridad, el acceso a las oficinas centrales y regionales fue restringido temporalmente antes de reanudar actividades con normalidad.
