El fútbol uruguayo y la afición se preparan para despedir a Juan Izquierdo, el talentoso defensor de 27 años que falleció tras sufrir un paro cardíaco durante un partido en Brasil. La trágica noticia ha conmocionado al país y al mundo deportivo, desencadenando una ola de tributos y reflexiones sobre la salud de los atletas.
La Fuerza Aérea de Uruguay completó la repatriación de los restos de Izquierdo en la madrugada del jueves, marcando el inicio de una jornada de homenajes. El Club Nacional, donde el jugador desarrolló gran parte de su carrera, será el epicentro de las ceremonias fúnebres, que comenzarán a las 11:00 hora local.
La sede del club se ha transformado en un santuario improvisado, con hinchas de diversos equipos dejando flores, camisetas y mensajes de apoyo. Norma Mila, una aficionada visiblemente conmovida, compartió: “No podía quedarme en casa. Sentí que debía venir a despedirme”.
El impacto de esta pérdida se extiende más allá de las fronteras uruguayas. En Brasil, el São Paulo FC rindió un emotivo tributo vistiendo camisetas con el nombre de Izquierdo, mientras que su estadio, el Morumbi, se tiñó de los colores de Nacional en señal de respeto.
Esta tragedia ha provocado un debate sobre la intensa carga de partidos en el fútbol profesional. Víctor Del Lujan Torres, un aficionado, expresó su preocupación: “Los jugadores están sometidos a una presión constante, con partidos cada pocos días. Es hora de replantearnos la exigencia del calendario”.
La Asociación Uruguaya de Fútbol ha declarado luto oficial hasta el domingo, suspendiendo todas las actividades competitivas. Este gesto refleja el profundo impacto que la partida de Izquierdo ha tenido en la comunidad futbolística y en la sociedad uruguaya en general.
Mientras Uruguay se prepara para dar el último adiós a Juan Izquierdo, su legado como jugador y persona perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y admiraron.