La familia de Sebastián Zapeta, ciudadano guatemalteco acusado de prender fuego a una mujer en el metro de Nueva York, ha solicitado su deportación inmediata a Guatemala. Sin embargo, expertos legales señalan que primero debe enfrentar la justicia en Estados Unidos.
Zapeta, de 33 años, fue identificado por documentación oficial presentada por sus familiares, quienes afirman que no tiene antecedentes penales en Guatemala. No obstante, el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos complica esta solicitud.
El abogado guatemalteco Fernando Pereira explicó que, debido a su condición de migrante irregular, Zapeta debe cumplir con cualquier pena que le sea impuesta en Estados Unidos antes de ser deportado. “No hay registros de delitos previos en Guatemala, por lo que no enfrentaría un proceso penal en su país natal”, afirmó Pereira.
La fiscalía de Brooklyn lo ha acusado de homicidio e incendio premeditado. “Fue un acto malicioso contra una mujer dormida y vulnerable en nuestro sistema de transporte”, declaró Eric Gonzalez, fiscal del distrito de Brooklyn.
La víctima, identificada como Debrina Kawan, era de nacionalidad nicaragüense. A pesar de que Zapeta se ha declarado no culpable, la familia de Kawan lo califica como un “monstruo” y exige su expulsión de Estados Unidos.
Según la portavoz de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, Marie Ferguson, Zapeta fue arrestado por la Patrulla Fronteriza el 1 de junio de 2018, tras cruzar ilegalmente a Sonoita, Arizona. Fue deportado pocos días después, el 7 de junio, bajo la administración de Donald Trump.
El analista en temas migratorios, Fernando Castro, advirtió que casos como este afectan negativamente la percepción de los migrantes en Estados Unidos y refuerzan políticas más estrictas, como la Ley Laken Riley, aprobada recientemente.