El panorama político en México experimenta un cambio significativo tras la adhesión de dos senadores al partido gobernante Morena. Este movimiento acerca al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador a una mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso, lo que podría facilitar reformas constitucionales de gran alcance.
Los senadores Araceli Saucedo y José Sabino, anteriormente miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD), decidieron unirse a las filas de Morena. Esta decisión ha generado críticas por parte de la oposición, quienes los acusan de traicionar sus promesas electorales.
Entre las propuestas más controvertidas que Morena podría impulsar se encuentra la elección popular de jueces. Esta iniciativa ha suscitado preocupaciones sobre la independencia judicial y la concentración de poder en el ejecutivo. Incluso el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó inquietudes sobre los riesgos que esta reforma podría representar para la democracia mexicana.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, confirmó la incorporación de los senadores, mientras que Morena designó a figuras polémicas como Gerardo Fernández Noroña y Adán Augusto López para liderar el Senado y la Cámara de Diputados, respectivamente.
Con el respaldo del tribunal electoral a la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y el control de Morena en numerosas legislaturas estatales, el camino parece allanarse para las reformas constitucionales propuestas por el partido oficialista.
Este giro en la composición del Congreso mexicano plantea interrogantes sobre el futuro de la democracia en el país, el equilibrio de poderes y las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos, cuyo embajador ha manifestado preocupaciones que han tensado las relaciones diplomáticas.