El gobierno de México expresó su rechazo al aumento del 25 % en los aranceles que Estados Unidos ha impuesto a las importaciones de acero y aluminio. Ante esta decisión, México anunció que buscará diálogo con autoridades estadounidenses para analizar el impacto y posibles soluciones.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó la medida como “injustificada” y “una mala idea”, argumentando que Estados Unidos mantiene una balanza comercial favorable en estos sectores con México. Durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, Ebrard destacó que esta imposición resulta contradictoria, ya que México es el mayor comprador de productos siderúrgicos estadounidenses, representando el 52 % de sus exportaciones globales.
El aumento arancelario fue anunciado por el expresidente Donald Trump, quien originalmente impuso un gravamen del 10 % sobre el aluminio en 2018. Ahora, su administración eleva la tasa al 25 %, con el objetivo de fortalecer la industria nacional, aunque expertos advierten que esto podría generar tensiones comerciales con países aliados, incluidos Canadá, Brasil, México y Corea del Sur.
México, hasta el momento, no ha anunciado medidas de represalia, pero mantiene abiertas consultas para evaluar el siguiente paso en este conflicto comercial.