Buenos Aires – Joaquín Sabina inició su serie de diez conciertos en la capital argentina con un rotundo éxito, presentándose ante un Movistar Arena completamente lleno. La ciudad, a la que el artista español llama su “segunda casa”, es el epicentro de su gira de despedida, donde ofrecerá la mayor cantidad de recitales. Las entradas para todas las funciones ya están agotadas, y el cierre está previsto para el 18 de abril.
En su primera noche, Sabina reafirmó su profundo vínculo con Buenos Aires, expresando que a menudo la considera su “primera casa”. A sus 76 años, el cantautor demostró una energía inquebrantable, cautivando a su público con su inconfundible estilo y carisma. Durante más de dos horas, los espectadores disfrutaron de un recorrido por su extensa trayectoria musical, marcado por la emotividad y la interacción cercana con su audiencia.
El show arrancó con “Lágrimas de Mármol”, una reflexión sobre el paso del tiempo y la fugacidad de la vida. A lo largo del concierto, Sabina compartió anécdotas y recuerdos que hicieron de la velada un momento único. Entre tema y tema, el artista recordó con humor que en Madrid siempre dice que si alguna vez desaparece, lo busquen en Buenos Aires, una frase que desató la euforia del público.
Con más de 15,000 asistentes, Sabina interpretó clásicos inolvidables como “Lo niego todo”, “Calle Melancolía”, “19 días y 500 noches” y “Quién me ha robado el mes de abril”. El cantautor aseguró que, aunque fueron escritas hace décadas, estas canciones siguen teniendo un significado especial tanto para él como para sus seguidores.
La puesta en escena fue otro de los puntos destacados del evento. Acompañado de una producción visual impresionante, el escenario cobró vida con proyecciones artísticas y un juego de luces meticulosamente sincronizado. Imágenes creadas por el estudio Oyeme! de Barcelona y la valenciana Ana Juan aportaron un toque especial a la presentación.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Sabina envió un afectuoso mensaje a Bahía Blanca, una ciudad argentina recientemente afectada por inundaciones. Su gesto de solidaridad fue recibido con una ovación cálida por parte del público.
El repertorio continuó con canciones icónicas como “Una canción para la Magdalena”, “Y sin embargo” y “Por el bulevar de los sueños rotos”, consolidando un espectáculo cargado de nostalgia y pasión. La conexión con los asistentes fue innegable, con Sabina manteniendo un diálogo constante y cálido que reafirmó su cercanía con el público.
Al cierre del recital, el artista jugó con el nombre de su gira, “Hola y Adiós”, diciendo con su carismático humor: “Hasta aquí el ‘hola’, ahora viene el ‘adiós'”. Este toque final dejó una sensación agridulce entre los asistentes, quienes aplaudieron de pie en reconocimiento a su legado musical.
La primera noche de Sabina en Buenos Aires quedó grabada en la memoria de sus seguidores como un evento inolvidable. A medida que avanza en su gira de despedida, el cantautor sigue dejando una huella imborrable en el corazón de su público, consolidándose como una de las figuras más queridas de la música en español.