El cantautor Joan Manuel Serrat recibió un emotivo homenaje en Barcelona, donde recordó cómo su primer viaje a América Latina en 1969 marcó un antes y un después en su vida personal y artística. Según expresó, aquella experiencia representó una especie de “vacaciones del alma” tras un período complicado.
Durante la ceremonia de entrega del premio KM 13.774, otorgado por la Fundación Casa Amèrica Catalunya, Serrat destacó el valor humano y cultural que encontró en tierras latinoamericanas. Este reconocimiento celebra el puente cultural y afectivo que Serrat ha construido durante más de cinco décadas entre Cataluña y América Latina a través de sus canciones.
El artista repasó cómo, tras su salida de Eurovisión y en un momento emocionalmente complejo, aterrizó en una región que le ofreció abrigo y estímulo. Países como México, Argentina, Chile, Uruguay y Colombia lo recibieron con los brazos abiertos, convirtiendo sus giras en verdaderos encuentros con públicos que lo hicieron suyo.
Durante los años de dictaduras en el Cono Sur, Serrat no fue ajeno al dolor colectivo. Se solidarizó con las causas democráticas y alzó la voz por la libertad, apoyando a artistas perseguidos y fortaleciendo su vínculo con figuras como Mercedes Sosa y Mario Benedetti, con quienes compartió más que escenarios: ideales.
Más allá del escenario, Serrat ha sido un referente comprometido con la justicia, la memoria histórica y la libertad de expresión. Su habilidad para transformar lo cotidiano en poesía ha inspirado a generaciones de artistas y oyentes, consolidándolo como un símbolo de resistencia y esperanza.
En el evento participaron escritores y periodistas de distintas nacionalidades que compartieron un cálido diálogo con el músico. El premio KM 13.774, que alude a la distancia entre Cataluña y la isla de Pascua, ha sido entregado a destacadas figuras de la cultura latinoamericana y ahora reconoce en Serrat su papel como nexo entre dos mundos unidos por la música y el corazón.