La tasa de homicidios es cinco veces mayor que en América del Norte y 10 veces más alta que en Asia.
En América Latina el crimen organizado y el aumento de la violencia que lo acompaña amenazan la seguridad de los ciudadanos, y los gobiernos están teniendo dificultades para encontrar soluciones efectivas.
Según datos remitidos por la oficina del vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, esta es la región más violenta del mundo y la violencia viene en aumento. “El número de homicidios por persona es cinco veces mayor que en América del Norte y 10 veces más alto que en Asia”, señaló.
Además, la organización internacional Médicos Sin Fronteras indica que, aunque los incentivos económicos son un motivo para migrar, la violencia es un factor clave que impulsa la migración hacia Estados Unidos desde Centroamérica. “Esta violencia también agrava la desigualdad existente” y las personas más afectadas suelen ser las más desfavorecidas, como “los pobres, los jóvenes, las minorías étnicas y la comunidad LGBT+”.
La violencia en el ámbito social y doméstico está muy extendida y afecta especialmente a las mujeres. También es común la violencia política, que incluye protestas violentas, brutalidad policial, ejecuciones extrajudiciales y ataques contra defensores de derechos humanos, activistas ambientales, políticos y periodistas. Sin embargo, desde principios de los años 2000, la principal fuente de violencia en la región ha sido el crimen organizado.
Aunque las tasas de homicidios se han estabilizado en los últimos años -aunque siguen siendo de las más altas del mundo-, e incluso han disminuido en países tradicionalmente violentos como Colombia y El Salvador, la situación sigue siendo preocupante.
Una situación “preocupante”
“Hay una alarma generalizada y hay buenas razones para estar alarmado. En primer lugar porque América Latina tiene, en efecto, las tasas de violencia delincuencial muy altas”, explica Kevin Casas-Zamora, secretario general de IDEA Internacional e investigador de programas legislativos de Diálogo Interamericano, recordando que “un tercio de los asesinatos a nivel mundial ocurre en América Latina”.