El Supremo Tribunal Federal de Brasil dictó una sentencia histórica contra el expresidente Jair Bolsonaro, imponiéndole 27 años y 3 meses de prisión por su presunta participación en un intento de desestabilizar el orden democrático tras las elecciones presidenciales de 2022.
La decisión fue tomada por los magistrados Cármen Lúcia, Alexandre de Moraes, Flávio Dino y Cristiano Zanin, mientras que Luiz Fux votó a favor de la absolución, alegando que el Supremo no tenía competencia para juzgar el caso.
La defensa del exmandatario, de 70 años, anunció que apelará la sentencia en instancias nacionales e internacionales. Fabio Wajngarten, asesor de Bolsonaro, calificó el fallo como “excesivo y desproporcionado” y aseguró que agotarán todas las vías legales disponibles.
Un fallo sin precedentes
Nunca antes en Brasil un expresidente había sido condenado por un caso de esta magnitud. Además de Bolsonaro, siete de sus excolaboradores, incluidos altos mandos militares retirados, fueron hallados culpables por su participación en la trama que buscaba mantener al exmandatario en el poder más allá de su mandato constitucional.
Entre los delitos mencionados en la sentencia se incluyen: organización criminal armada, tentativa de golpe, daño a instituciones del Estado y deterioro del patrimonio público.
Reacciones internacionales
La condena generó fuertes reacciones fuera de Brasil. Desde Estados Unidos, el expresidente Donald Trump expresó sorpresa y lo comparó con sus propias experiencias judiciales. En contraste, el secretario de Estado, Marco Rubio, calificó el fallo como “injusto”.
El eco del 8 de enero
El caso está directamente vinculado a los hechos del 8 de enero de 2023, cuando simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron en el Congreso, el Supremo Tribunal y el Palacio del Planalto, en un episodio que recordó al asalto al Capitolio de EE.UU. en 2021.
Aunque Bolsonaro negó haber participado en esa movilización, los jueces concluyeron que formaba parte de un plan mayor para debilitar el sistema electoral y desconocer los resultados que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva.
La resolución del Supremo marca un antes y un después en la historia política de Brasil, enviando un mensaje claro sobre la defensa de la democracia en la región.
