El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, ha decidido cerrar la empresa estatal Trenes Argentinos Capital Humano (Decahf), despidiendo a 1,388 empleados como parte de un plan para reducir el gasto público y optimizar los recursos del sector ferroviario. Según fuentes oficiales, esta medida busca eliminar estructuras innecesarias y ahorrar aproximadamente 42,000 millones de pesos anuales, equivalentes a unos 42 millones de dólares.
La compañía cerrada era una de las cinco entidades ferroviarias estatales en Argentina y, según el portavoz presidencial Manuel Adorni, su operación resultaba redundante, ya que replicaba funciones que eran cubiertas por otras empresas del rubro. “El cierre de Decahf se justifica por su falta de eficiencia y la duplicidad de funciones, generando un costo elevado para el Estado sin beneficios concretos”, declaró Adorni en una rueda de prensa.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, detalló que Decahf no operaba trenes, sino que se centraba en la gestión de personal y la administración de proyectos poco relevantes. La plantilla de trabajadores ya había sido reducida previamente, pasando de 1,811 a 1,388 empleados en los últimos meses. Además, Mogetta señaló que bajo la administración de Alberto Fernández, la compañía acumuló un gasto de 180 millones de dólares, mientras que la actual gestión la consideró insostenible y declaró la “emergencia ferroviaria” debido a la falta de mantenimiento.
Otro de los motivos que impulsaron el cierre fueron los gastos en proyectos ajenos a la misión de la empresa, como restauraciones artísticas en estaciones fuera de funcionamiento y la contratación de artistas para eventos durante la pandemia, lo que generó críticas y pérdidas considerables para el erario público.
Además de Decahf, la administración de Milei también disolvió el Instituto Argentino del Transporte (IAT), fundado en 2014, por considerarlo ineficiente y carente de resultados concretos. Según Mogetta, el IAT se había convertido en una entidad que generaba más trámites burocráticos que soluciones reales para el sistema de transporte del país. Los recursos del instituto serán ahora absorbidos por otras áreas del Ejecutivo para optimizar su uso.
Con estas decisiones, el gobierno busca un sistema ferroviario más eficiente y con un enfoque en la sostenibilidad financiera, priorizando la modernización del servicio y el uso adecuado de los recursos públicos.