El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia emitió un comunicado este martes denunciando al expresidente Evo Morales ante la comunidad internacional, luego de que este lanzara lo que el gobierno del presidente Luis Arce consideró un “ultimátum” para cambiar su gabinete en un plazo de 24 horas. Esta confrontación agudiza las tensiones internas dentro del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), poniendo en riesgo la estabilidad política del país.
El enfrentamiento entre Morales y su antiguo aliado, ahora rival político, alcanzó un nuevo punto de ebullición tras semanas de marchas y protestas entre sus seguidores y los partidarios de Arce. El lunes, Morales lideró una manifestación en La Paz, donde exigió que Arce reemplazara a sus ministros acusados de corrupción, insinuando que el presidente podría verse obligado a renunciar si no cumplía con su demanda. “Si Lucho quiere seguir gobernando, tiene 24 horas para cambiar a sus ministros corruptos”, advirtió Morales, y agregó: “Si no lo hace, ya sabrá lo que debe hacer”, en referencia a posibles movilizaciones adicionales.
La administración de Arce interpretó estas declaraciones como una amenaza directa al orden democrático y, en su comunicado, rechazó cualquier intento de “extorsión o condicionamiento” que vaya en contra de la voluntad popular expresada en las elecciones. El gobierno también hizo un llamado al diálogo para resolver las tensiones de manera pacífica, en medio de una semana marcada por protestas y crecientes divisiones dentro del partido.
Morales, quien recorrió 190 kilómetros desde Caracollo hasta La Paz liderando la llamada “marcha para cambiar Bolivia”, busca reafirmar su liderazgo dentro del MAS y posicionarse como candidato presidencial para las elecciones de 2025. Sin embargo, las diferencias entre él y Arce, quien aún no ha confirmado su candidatura, han dividido al partido y generado enfrentamientos incluso dentro de las organizaciones campesinas, que constituyen una de las bases más fuertes del MAS.
El Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, informó que se están realizando esfuerzos para facilitar un acercamiento entre las facciones de Morales y Arce, aunque hasta el momento no se han reportado avances significativos.
Esta disputa política interna coincide con una crisis económica en Bolivia, agravada por la escasez de dólares y la disminución de la producción de hidrocarburos, lo que ha generado protestas de diferentes sectores productivos que exigen soluciones al gobierno de Arce. Como exministro de Economía bajo Morales, Arce fue el arquitecto de un modelo económico basado en la inversión estatal, que ahora enfrenta serios desafíos.