Ciudad de México – Las Fuerzas Armadas de México dieron la bienvenida a la futura presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumirá el cargo el 1 de octubre, durante el último desfile militar del presidente Andrés Manuel López Obrador, conmemorando el 214 aniversario de la Independencia de México. En el evento, el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea reafirmaron su compromiso de seguir las órdenes de Sheinbaum, resaltando el legado de militarización impulsado durante la administración de López Obrador.
El Zócalo de la Ciudad de México fue el escenario de la ceremonia, en la que López Obrador, acompañado por los secretarios de Marina, José Rafael Ojeda, y de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, encabezó el izamiento de la bandera monumental en la Plaza de la Constitución. Posteriormente, el mandatario pasó revista a los más de 15,000 agentes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional desde un vehículo descubierto, antes de observar el desfile como comandante supremo.
Durante su gobierno (2018-2024), las Fuerzas Armadas no solo participaron en tareas de seguridad pública, sino que también fueron pieza clave en la construcción de proyectos emblemáticos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería Olmeca en Dos Bocas y el Tren Maya. Estas acciones han consolidado el papel de las Fuerzas Armadas en la política interna del país.
Una de las reformas aprobadas en 2022 extiende la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028. Además, la Guardia Nacional, originalmente concebida como un cuerpo civil, pasará a estar bajo control del Ejército.
En el evento, tanto Ojeda como Sandoval presentaron a López Obrador un informe sobre los logros de las Fuerzas Armadas durante su administración y le expresaron su gratitud. Dirigiéndose a Sheinbaum, dijeron: “Nuestro pueblo ha expresado su voluntad, y estamos listos para recibir a la primera presidenta en la historia de México”.
Luis Cresencio Sandoval, quien será sustituido por Ricardo Trevilla Trejo en el gobierno de Sheinbaum, también agradeció a López Obrador por la confianza depositada en las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.
El mandato de López Obrador ha sido marcado por controversias relacionadas con la militarización del país. Aunque el presidente prometió inicialmente retirar a los soldados de las calles, justificó su uso en tareas de seguridad como parte de la lucha contra el crimen organizado.
La participación de las Fuerzas Armadas en estas actividades ha generado debates, especialmente debido a acusaciones de violaciones a los derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y uso excesivo de la fuerza.
