Dos de los líderes más notorios de Los Zetas, uno de los grupos criminales más violentos de México, han sido acusados por fiscales estadounidenses de continuar dirigiendo las operaciones del Cártel del Noreste (CDN) desde prisión. Miguel Treviño Morales (Z-40), detenido en 2013, y su hermano Omar Treviño Morales (Z-42), capturado en 2015, son señalados de haber transformado a Los Zetas en el CDN y de mantener el control de la organización a través de familiares que operan desde el exterior, según una acusación revelada el miércoles en Washington.
Los hermanos Treviño Morales enfrentan cargos por su participación en una organización criminal, conspiración para el tráfico de drogas, uso de armas de fuego y lavado de dinero. Las autoridades estadounidenses aseguran que han extendido sus actividades delictivas a México, Guatemala, Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
El documento judicial subraya que el CDN es el sucesor directo de Los Zetas, continuando con las operaciones de narcotráfico que anteriormente realizaba esta violenta organización. Esta acusación también pone en tela de juicio la capacidad de las autoridades mexicanas para impedir que estos criminales continúen sus actividades delictivas, incluso estando bajo custodia.
La cárcel donde permanecen los líderes del CDN se ha visto implicada en problemas de corrupción y autogobierno, lo que facilita la comunicación de los reclusos con el exterior. Informes previos han evidenciado que las cárceles en México, como la de Piedras Negras en Coahuila, han servido como centros de operaciones para cárteles, con actividades que van desde la modificación de vehículos hasta la eliminación de cadáveres.
Los Zetas, que surgieron como el brazo armado del Cártel del Golfo, se separaron para convertirse en uno de los grupos más temidos de México, responsables de atrocidades como las masacres de migrantes en Tamaulipas y los asesinatos en masa en Allende, Coahuila. El Cártel del Noreste, liderado por los Treviño Morales, sigue operando principalmente en Nuevo Laredo, una ciudad fronteriza donde los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad mexicanas son frecuentes.
Jaime Esparza, fiscal del Distrito Oeste de Texas, destacó la importancia de llevar ante la justicia a estos criminales por sus múltiples crímenes en México y Estados Unidos. También reiteró la disposición de las autoridades estadounidenses de trabajar con el gobierno mexicano para procesar a los líderes del CDN.
Esta acusación fue dada a conocer el mismo día que Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, fue sentenciado a 38 años de prisión por corrupción y vínculos con el Cártel de Sinaloa.
