El gobierno de Estados Unidos ha solicitado que Genaro García Luna, exsecretario de seguridad pública de México, pase el resto de su vida en prisión tras ser condenado por aceptar sobornos a cambio de proteger al cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del país. Durante años, García Luna fue considerado uno de los principales responsables en la lucha contra el narcotráfico en México, pero ahora enfrenta una sentencia que podría poner fin a su vida en libertad.
El próximo 9 de octubre, García Luna, de 56 años, será sentenciado en un tribunal federal de Brooklyn por el juez Brian Cogan, después de ser declarado culpable en febrero de 2023 por su participación en una red criminal dedicada al tráfico de drogas, así como por conspiración y declaraciones falsas.
Según los fiscales, García Luna aceptó millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, a cambio de brindar protección a sus miembros y facilitar el tráfico de grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos. Se estima que más de un millón de kilogramos de cocaína cruzaron la frontera bajo su amparo.
El fiscal federal Breon Peace calificó los crímenes de García Luna como una “traición” tanto al pueblo de México como al de Estados Unidos. “Es difícil exagerar la magnitud de los crímenes del acusado, las muertes y la adicción que facilitó”, señaló Peace en una carta enviada al juez Cogan. “Sus crímenes exigen justicia”.
Aunque García Luna enfrenta una sentencia mínima de 20 años de prisión, los fiscales argumentan que la gravedad de sus actos justifica una condena a cadena perpetua. Por su parte, el abogado defensor de García Luna, César de Castro, planea presentar su propia recomendación para la sentencia, aunque expresó que no se sorprendió por las afirmaciones del gobierno.
De acuerdo con los fiscales, García Luna llevaba una doble vida: mientras colaboraba con agencias antinarcóticos e inteligencia de Estados Unidos, en secreto trabajaba para el cártel de Sinaloa. Su apoyo incluyó proporcionar información sobre investigaciones en curso y alertar sobre los movimientos de cárteles rivales, lo que permitió que el cártel de Sinaloa operara con mayor libertad.
“Cometió estos actos atroces mientras públicamente se presentaba como un enemigo de los cárteles de la droga y aliado de Estados Unidos”, escribió Peace.
Joaquín “El Chapo” Guzmán, el líder del cártel de Sinaloa, cumple actualmente una condena de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado, tras ser sentenciado en 2019 por diversos cargos relacionados con el tráfico de drogas.