Un segundo ciudadano colombiano ha admitido su culpabilidad en un caso de secuestro de dos militares estadounidenses ocurrido en Bogotá, Colombia, en marzo de 2020. Pedro José Silva Ochoa, de 47 años, confesó haber participado en un complot junto a otros implicados para perpetrar este crimen.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Silva Ochoa y su cómplice, identificado como Arango Castellanos, drogaron a los soldados estadounidenses al colocar sustancias como benzodiacepinas en sus bebidas mientras estos disfrutaban de un partido de fútbol en una zona recreativa de Bogotá.
Después de incapacitar a las víctimas, los agresores las trasladaron en taxi a otro lugar, donde les robaron sus tarjetas de crédito y realizaron varios gastos.
Silva Ochoa fue extraditado desde Chile a Estados Unidos en mayo de 2023 y se declaró culpable de “conspiración para secuestrar a una persona protegida internacionalmente”. Su cómplice, Arango Castellanos, fue detenido en Colombia y extraditado posteriormente, recibiendo una condena de 48 años y nueve meses de prisión tras aceptar su culpabilidad.
El caso también incluye a un tercer implicado, identificado como Uribe Chiran, cuyo juicio está programado para febrero de 2025 en Estados Unidos.
La investigación ha sido liderada por la Fiscalía del Distrito Sur de Florida con el apoyo del FBI, el Departamento de Justicia y las embajadas estadounidenses en Chile y Colombia.