La policía boliviana inició el despeje de una ruta clave en Bolivia, bloqueada desde hace cuatro semanas por seguidores del expresidente Evo Morales, quienes exigen la renuncia del actual presidente Luis Arce en medio de una crisis económica y política. Mientras se retiran los bloqueos de la ruta que conecta La Paz y Santa Cruz, el gobierno confirmó que uno de los tres cuarteles tomados por los manifestantes sigue bajo su control.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, señaló que el despeje de carreteras se realiza pacíficamente para restablecer el tránsito de alimentos y combustible. “Despejaremos las rutas que han sido bloqueadas por estos grupos”, afirmó. Al tiempo, cientos de policías, con el apoyo de maquinaria, avanzaron limpiando escombros en la carretera, mientras los manifestantes se retiraban sin confrontación.
Las movilizaciones iniciaron el 14 de octubre en apoyo a Morales, quien enfrenta una investigación por presunto abuso de una menor. Sus seguidores denuncian persecución política y rechazan la gestión de Arce en medio de pérdidas económicas calculadas en más de mil millones de dólares y una creciente escasez de alimentos.
Desde la región cocalera del Chapare, Morales declaró que está dispuesto a iniciar un “diálogo sin condiciones”, aunque Del Castillo respondió que “no se negociará la impunidad ni la violación de normas que garantizan el libre tránsito”.
Esta semana, la atención se centra en la Asamblea Legislativa, donde se prevé la renovación de directivas, con el Senado, controlado por el ala leal a Morales, en foco. La disputa interna del Movimiento al Socialismo (MAS) suma tensión al panorama de cara a las elecciones de 2025.