Organizaciones que apoyan a migrantes en México están tomando medidas para enfrentar posibles deportaciones masivas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Los albergues en la frontera norte del país han comenzado a reorganizarse, no solo para recibir a quienes buscan cruzar hacia el norte, sino también para facilitar la reintegración laboral de los migrantes que sean retornados.
Luis Eduardo Zavala, director de Casa Monarca en Monterrey, explicó que los 28 albergues de la región fronteriza se reunieron en Nuevo León para acordar acciones estratégicas. Entre estas, destaca la colaboración con fábricas y empresas locales para insertar rápidamente a los migrantes en el mercado laboral, considerando que Nuevo León tiene un déficit de más de 15,000 puestos de trabajo, principalmente en cadenas de suministro.
Además, se busca implementar una base de datos en colaboración con la ONG estadounidense “Immigrant Hope” para registrar abusos contra migrantes en ambos lados de la frontera, con el fin de exigir mecanismos legales que garanticen su protección.
La incertidumbre persiste, ya que no se han definido los planes del gobierno mexicano para apoyar a los migrantes deportados. Mientras tanto, los albergues piden mayor apoyo financiero del gobierno federal y la promoción de programas de regularización que aseguren la protección de los derechos humanos.